Da mucha pena e indignación que la ciudad y provincia de Esmeraldas, actualmente la chulquería está haciendo de las suyas, aprovechándose de las necesidades que se presenta a diario, a cosecuencia de la política que ha provechado la crisis Económica a nivel nacional.
El agiotista está encubierto en grandes casas comerciales y conocemos del caso, a denominados negociantes que tienen grupos organizados de 200 y hasta 300 personas que se dedican a colocar "Prestamos", cobrando intereses no permitidos po la ley, lo que ha ocasionado que personas cansadas de la estafa, sean estos pequeños comerciantes, profesores, empleados públicos y en fin, hayan denunciado a la comisión de Transparencia y Control Social en la República, del timo que han sido objeto.
Esta clase de delitos, ya deben estar asentados en las instituciones de justicia de Esmeraldas, las mismas que con la denuncias respectivas, ya deben tomar parte en el asunto y en cordinación con la Policía Judicial, iniciar investigaciones de rigor, para dar con el paradero de tantos estafadores, que a pretexto de dar trabajo, engañan a muchas personas honestas, que viven de su labor cotidiana.
Al respecto el Código Penal en su Capítulo octavo de la usura de las casas de préstamos, sobre prendas así como el Art. 583, es usuario el préstamo en el que, directa o indirectamente se estipula un interés mayor que el previsto por la ley, u otras vantajas usuarias. El Art. 584 de este mismo cuerpo de ley, será reprimido con lña pena de presión de 6 mese a 2 años y multa de 160 a 311 dólares el que se dedicare a préstamos usuarios. El Art. 585 el encubrimiento de usura, será reprimido con prisión de 2 a 4 años y multa de 1000 dólares, el que encubre con otra forma contractual cualquiera, la realidad de un prestamo usuario.
En cambio el Capítulo 8.1 del enriquecimiento ilícito en el Art. 296.1, el enriquecimiento ilícito se sancionará con la pena de 2 a 5 años de prisón y la reposición del duplo del enrequecimiento, siempre que no constituya otro delito.
Con este sistema ilegal, mucha gente asoma de la noche a la mañana con grandes inversiones y fortunas, lo que ni siquiera se investiga. Ya es hora que las autoridades respectivas, actúen con mano firme y fuerte, para que todos estos atropellos llegen a su culminación, porque quien paga los platos rotos, es el pueblo sufrido y aguantador.
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